Manuel Campos (Universidad Barcelona)

La expresión “información” tiene un uso ordinario obvio: a partir de información que obtenemos en nuestra interacción con el mundo somos capaces de adquirir conocimiento acerca del mismo. Asumiendo un punto de vista realista, la información entendida de este modo, medible en términos proposicionales, es adquirida por el sujeto a través de procesos falibles de carácter inductivo fundamentados, en parte, en el reconocimiento de correlaciones naturales. Este enfoque tiene como contrapartida que parece convertir dicha noción en redundante.

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José Miguel Sagüillo (Facultad de filosofía, Universidad de Santiago de Compostela)

Una de los múltiples significados de la palabra ‘información’ se encuentra implícitamente en los postulados y condiciones de la lógica info-teorética (L-I-T). La tradición de mirar los fenómenos lógicos desde una posición informacional se remonta hasta el s. XIX. Lógicos como Boole, de Morgan, Jevons y Venn ya sugerían que deducir es un cierto tipo de extracción de la información previamente contenida en las premisas dadas. En el siglo XX esta tradición es recuperada por Bar Hillel, Cohen y Nagel, y más recientemente por Corcoran. John Corcoran ha articulado en lógica un punto de vista específico de la teoría de la información con características propias. Intento explicar las ideas básicas de la L-I-T procurando establecer sus fundamentos filosóficos. Uno de los objetivos es complementar y arrojar luz sobre algunos defectos del hoy paradigmático concepto de consecuencia lógica en teoría de modelos. Otro es el de proveer una breve muestra de las cuestiones a las que ha de dirigirse una forma actualizada de la L-I-T, tal como el de la insuficiencia o el de la redundancia de la información en un conjunto de axiomas dado.

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